DISCURSO DEL VICEGOBERNADOR MARIO VARGAS AL PRESIDIR EL 195º ANIVERSARIO DE LA PATRIA


Nada mejor que aprovechar este día y esta celebración del 195 aniversario de la Declaración de la Independencia definiendo en toda su magnitud lo que entendieron y entendemos por romper cadenas, por ser libres, por vivir de manera independiente.

Siento que no defenderíamos el honor y la lucha de aquellos hombres de 1916 si no defendemos la existencia de un país federal.

Cada provincia es un pueblo que piensa y siente a través de su gente. Que defiende sus derechos y sus garantías constitucionales. Que quiere vivir en un sistema republicano, con sus derechos y con sus deberes. Es decir que quiere todos los días ser independiente.

Y esa independencia, por la que lucharon y soñaron nuestros próceres del 9 de julio de 1816 no debe pasar por declamaciones demagógicas ni amiguismos políticos.

Sabemos que el país es de todos. Nosotros somos meros administradores de las riquezas que el pueblo genera. Por eso esa riqueza debe volver sin condicionamientos a la gente.

Desde este proyecto, que construimos un día, que lo fuimos haciendo entre ustedes y nosotros, no sólo hemos practicado políticas de inclusión que hoy representan un modelo de gobierno que nos abarca a todos, que nos contiene a todos y nos representa a todos. Sin marginales ni marginados.

Todos los habitantes de Chubut están incluidos en las políticas y en los hechos que llevamos adelante desde hace casi ocho años.

Nunca, en todo ese tiempo, este Gobierno se fijó en los colores políticos. Centró su atención en el ciudadano, único receptor de las acciones que llevamos adelante. Sin discriminación, ni tampoco favoritismos.

Por eso pregonamos que para nosotros no hay pueblos chicos ni ciudades grandes.

Por eso descentralizamos las responsabilidades públicas y por eso delegamos en los municipios una importante cantidad de acciones que por años desempeñó el Gobierno Provincial.

Esas decisiones hicieron posible la construcción de un Chubut con menos pobreza, menos indigencia, con más trabajo y con mejor salud.

Para alcanzar estos objetivos no tuvimos que abdicar nuestras convicciones federales y republicanas. Logramos que una importante cantidad de chubutenses postergados puedan empezar a crecer y a ser dueños de nuevas ilusiones y de nuevos destinos. Pero sólo hicimos lo que correspondía hacer, respetar la igualdad de oportunidades, hacer de esta una provincia inclusiva. Simplemente cumplimos con nuestros deberes de gobernantes.

Esto nos costó serios embates con el poder central que entiende al ejercicio de la función pública de una manera distinta. Nosotros caminamos al lado de la gente, a la que escuchamos y respondemos porque para eso nos han elegido y para eso estamos en este lugar. Y aquí estaremos cumpliendo con nuestras funciones de Gobierno hasta el último día.

Seguiremos peleando por lo que legítimamente nos corresponde lo que no es un pecado ni tampoco debe asustar a nadie.

El miedo no es un buen consejero cuando se pretende llevar adelante funciones públicas que involucren el destino de la gente.

Por eso permítanme decir: chubutenses, lo digo convencido: si no es para pelear por lo que nos corresponde, no valdría la pena aceptar estas responsabilidades.

Por eso nada nos va a alejar de ellas.

Una provincia y un país se construyen desde la integración, la inclusión y el trabajo. Yo les digo a los habitantes de mi provincia: no están solos. No estamos solos. Eso es mentira.

Vivimos y construimos un país federal y en un país federal nadie nunca está solo.

Como lo hicimos hasta hoy cumpliremos con el mandato que nos han conferido con toda la voluntad y la entereza que nos sea posible. Peleando por lo que nos corresponde, por lo que es nuestro sin que para ello sea necesario el silencio.

Pelearemos como siempre, desde la palabra. Exigiendo por supuesto también el cumplimiento de la ley. Y sobre todo haciendo respetar aquella decisión de los congresales de Tucumán: en primer término la de la Independencia, la de romper cadenas. La de ser libre de nuestras decisiones.

Esta es la única manera de construir una sociedad que se sienta dueña de su tierra, porque la tierra le pertenece. Y que sin presiones pueda elegir el destino que desea, que quiere para su Patria.

Entonces, sería buena que recordemos siempre este día. Por su gran significado. Esto nos evitará en el futuro muchas equivocaciones.

Muchísimas gracias por la atención dispensada

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