JUJUY DESNUDA LAS MISERIAS DEL GOBIERNO NACIONAL
Por Marcelo Pérez Peláez, Agencia País. Se agrava el conflicto por las tomas y ocupaciones en la provincia de Jujuy. En tanto, el gobierno nacional busca despegarse de la situación echando la culpa al gobernador Walter Barrionuevo, quien pese a ser un aliado K pasó en estas horas a quedarse sólo en el manejo de una situación que lo excede por completo.
Tras dejar sólo al gobernador jujeño, desde la rosada buscan despegarse de todo acontecimiento que pueda restar votos frente a la proximidad de las elecciones primarias. Al igual que lo han hecho con Santa Cruz, dónde los conflictos sociales y económicos de la provincia de la presidente han trascendido las fronteras patagónicas, desde la nación intenta justificarse el desorden so pretexto de que los conflictos son de orden provincial. La realidad, sin embargo, es otra.
Jujuy desnuda las miserias de un gobierno que no ha sabido producir una verdadera redistribución de la riqueza más allá de lo discursivo. Una verdad que no puede ocultarse y comienza a manifestarse violentamente en asentamientos precarios, dónde la pobreza y la marginalidad no se condice con la imagen de niños de guardapolvos blancos alzando sus netbooks que puede observarse en el spot televisivo de Cristina 2011.
También es paupérrima la realidad de las provincias de Chaco, Salta y Misiones, dónde los aliados del gobierno no han sabido dar respuesta a situaciones de marginalidad, desnutrición y mortalidad infantil. Sólo por dar un triste ejemplo en la norteña provincia administrada por Urtubey de cada 1000 niños que nacen mueren 14. Ello a pesar de la filiación del joven gobernador con el modelo Cristinista.
La génesis del conflicto en Jujuy parece ser la precarización económica y los déficit en materia de viviendas, lo cuál es una constante en muchas de las provincias argentinas a excepción de las provincias de Chubut y San Luis. Eso también es responsabilidad del Estado Nacional que no ha podido generar el ámbito propicio para que los sectores bajos y medios puedan acceder a algo tan fundamental como es el “techo propio”.
Argentina vive una crisis habitacional que tiene raíces estructurales, afirmó la relatora de la ONU sobre ese derecho humano, Raquel Rolnik. Al concluir una visita al país, la experta señaló que esa crisis se debe al abandono del Estado de sus responsabilidades en las últimas décadas. En tal sentido, la funcionaria expresó: “ahora se ha agravado esta crisis con todo lo que ha sido el aumento, el alza de precios de inmuebles, y alquileres, de la tierra en general frente a la dinámica económica positiva que ha tenido Argentina”.
La relatora también subrayó la desproporción que existe entre el costo de las viviendas y los ingresos de la gente, incluida la clase media.
Ello sin entrar a analizar los escabrosos casos de corrupción de éste gobierno que se ejemplifican con nombres propios cómo Jaime, Schoklender, Skanska, Meldorek y Covelia. Precisamente, uno de los casos más emblemáticos de corrupción de éste gobierno, utilizó cómo excusa la construcción de viviendas sociales.
La crisis habitacional es un hecho, pero lo que realmente generó el conflicto en Jujuy es un Estado ausente, que maneja los fondos para obras discrecionalmente y mantiene a los gobernadores rehenes de un sistema macabro de extorsión. Asimismo, es la consecuencia directa de un gobierno nacional que en su afán electoralista apoya a gobernadores ineptos como Barrionuevo.
Jujuy nos deja muertos y derramamiento de sangre. Más muertos anónimos porque este gobierno ningunea a los caídos que son responsabilidad suya y pinta retratos de muertos que son “ajenos”.
Habrá que esperar con el transcurrir de las horas que es lo que sucederá en la provincia norteña. Más allá de ello queda en evidencia que el clientelismo, la apatía y la corrupción forman parte del modelo “nacional y popular” que pregona desde su atril nuestra presidente.
Foto: notio.com.ar