Naturaleza que atrapa sobre el Río Azul
Por (@fabiodurando). Luego de registrarnos en la oficina de informes de la ciudad de El Bolsón nos dirigimos hacia la zona denominada la chacra de “Warton”. Rumbo a una de las tantas maravillas que tiene la Patagonia Argentina, sobre el Río Azul se encuentra el primer refugio de los catorce que existe en esa región.
“La Playita” es un refugio que está ubicado a ocho kilómetros desde el parador “Warton”. Junto a Sebastián Díaz, propietario de este bello lugar, realizamos una caminata para llegar a esta perla enclavada en plena naturaleza con aire puro y el sonido de algún pájaro carpintero.
Durante la caminata que dura entre una hora y media a tres dependiendo de tu estado físico, Sebastián nos contó cómo fue comenzar con este sueño de construir el refugio hace 25 años, cuando él tan solo tenía 17. “Lo deje todo, la escuela, mis amigos y hasta me gane el malestar de algunos familiares por construir este sueño, a los 11 años conocí el lugar y a los 17 comencé con esta aventura”.

Sin duda que lo dejo todo. En los últimos años ha llevado a pulso cada material que utilizó para construirlo y lo sigue haciendo con los alimentos día por medio. “Fue muy difícil, pero amo la naturaleza, cada paso que doy lo disfruto, estar en este paraíso no tiene precio. Lo que más me llena el alma es ver llegar a los turistas y que disfruten lo mismo que yo”.
Descansar, relajarse, desconectarse son los principales factores de riesgo que los visitantes están expuesto cuando llegan a este hermoso lugar. “Contemplar este marco, caminar o pernoctar son algunas de las alternativas que tienen para realizar, no existe la energía eléctrica ni mucho menos señal de celular. Brindamos los servicios básicos para pasar una noche en la montaña”.
El sinónimo de experiencia en la montana sin duda tendría que ser “La Playita. “Estamos siempre en contacto con la naturaleza, rodeado de bosque y de agua que nace en el límite con Chile, un glaciar ubicado a 25 kilómetros desde acá. Vivir es este lugar es estar dispuesto a disfrutar de la naturaleza”.
Elegí este estilo de vida y lo quiero compartir con la gente, que puedan ver y vivir otro estilo de vida al que se vive en la ciudad. Fueronaños difíciles y eso hoy lo emociona. Sebastián pasó frio, soledad y hambre pero eso no le hizo bajar los brazos. “Hoy el premio más grande es ver que la gente venga y disfrute de La Playita, es algo que no tiene precio y que me lo voy a llevar para siempre”.

En 1994 decidió establecerse en “La Playita”. Poco a poco fue construyendo el refugio con maderas, cabañeros y chapas. Es tan amante de la naturaleza que va recogiendo a cada paso los papeles que los turistas dejan en algún descuido. Los servicios son los necesarios para estar cómodo: un colchón, un plato de comida caliente y un fogón. Fogón que por las noches se convierte en el centro del universo, el cual ya ha sido compartido por caminantes de todo el mundo.
Hoy lo acompaña Ambar, que lo recibe con mimos cada vez que vuelve con las provisiones y su amigo de la infancia “Gabriel”. Continúa enfrentando obstáculos para sostener su sueño. Su fuerza está intacta como hace 25 años. Su padre fue quien compro esta tierra, pero no pudo ver todo lo que su hijo hizo durante estos años. Pero Sebastián de algo si está seguro: que su padre estaría muy orgulloso si pudiera ver todo lo que hizo.

¿Cómo llegar?
El circuito donde están ubicado los refugios, en el cual el primero es la “La Playita”, el recorrido inica desde la ciudad de El Bolsón, luego de recorrer 17 kilómetros hasta llegar a la chacra Wharton sobre el camino circuito Mayin Ahogado. Desde ese punto comienza la travesía a pie luego de recorrer senderos y paisajes se llega al primer descanso “La Playita”. Bello lugar sobre el Río Azul.